sábado, 22 de octubre de 2011

Autoevolución

Su rostro estaba dividido en dos partes que no se comprendían y, quizá por ello, se rechazaban. A riesgo de quedarse bizcos, sus ojos se miraban mutuamente de reojo. Un día, tal vez por el hartazgo o la costumbre, comenzaron a aceptarse y a mirar, al fin, hacia adelante. 



15 comentarios:

  1. El paso del tiempo es infalible, todo lo cicatriza y lo atenúa. Todo menos la memoria. Ya se sabe que recordar es volver a vivir...

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  2. Pués por fin saldrá del estancamiento... El auto rechazo es la herida más grande que podemos infligirnos a nosotros mismos.

    Gran micro, Sara!

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  3. Lo mejor es mirar hacia delante, aunque sea en paralelo.
    Me encantan los ojos saltones de ese rostro.
    Un beso

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  4. Perdón por la referencia personal, pero me ha hecho sonreír el texto, pues yo tengo el rostro marcadamente asimétrico, principalmente la nariz, así que luego de leerlo me dije: tal vez mi asimetría tenga solución, je.
    Un beso.
    HD

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  5. muy oportuno... un placer pasar por aquí, como siempre...

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  6. Muchos rostros de grandes personajes son asimétricos, creo que forma parte de su biografía física. Pero tú lo expresas con una enorme agudeza literaria.
    Abrazos.

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  7. Sara, siempre tenemos dos partes enfrentadas que nos aconsejan que sí o que no. Hay que saber conjuntarlas.
    Me gustó esa idea.
    Un abrazo.

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  8. Sólo cuando las dos partes enfrentadas de nuestro 'yo' se ponen de acuerdo, podremos mirar hacia adelante y avanzar.
    Gran micro, Sara ¡Cómo no! ;-)

    Besos.

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  9. Con la aceptación es posible mirar hacia delante. Muy bien expresado, Sara.

    Besitos

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  10. Amigo mortal: La memoria revive el dolor de las heridas, pero también la alegría de los buenos momentos. Todo se compensa :) Un abrazo.

    Lo has expresado muy bien, Patricia. Solo cuando dejamos de rechazarnos a nosotros mismos podemos mirar hacia adelante. Besos.

    Hola Ana: Ese ser de ojos saltones todavía está en los primeros estadios de la evolución :) Aunque nosotros nos creemos muy evolucionados y sin embargo nos seguimos mirando de reojo...

    Ya ves, Humberto. Hay que mirar siempre primero hacia adentro (para reconciliarnos con nosotros mismos) y luego hacia adelante...

    Y un placer tenerte por aquí, Juanxxi. Un beso.

    Susana: A mí me parece que justamente la asimetría es lo que da la armonía al rostro.

    Nicolás: Somos una dualidad, el eterno ying y yang. Como dices, hay que saber conjuntar ambos polos.

    ¡Exacto MJ! Solo así podemos evolucionar. Si no, nos quedaríamos mirándonos la punta de la nariz :-)

    Abrazos fuertes!!

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  11. Gracias, Elysa. Se me coló tu comentario justo cuando escribía.
    Un beso.

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  12. Qué bueno :)

    Adelante, siempre adelante, que cada paso es importante...

    Un abrazo

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  13. Muchas son las facetas enfrentadas en nuestro interior. La razón, supuesta, contra una inmensidad de estímulos, impulsos, deseos... El día que se lleven bien, se terminó la emoción de la vida :)

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  14. Mirar para donde sea, pero disfrutar el privilegio de mirar.
    Quedo mesmerizado mirando tu foto.

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