martes, 25 de octubre de 2011

El plan B


Blanca y el cazador hacen un alto en el camino. Él sabe que es el momento idóneo para cumplir el encargo de matarla, pero no se atreve, cautivado por su belleza. Ella recoge varias manzanas de un árbol y se sienta tranquilamente a degustar su fruta favorita.
En palacio la madrastra sonríe victoriosa ante el espejo. Sabedora de las debilidades de ambos, ha fumigado con veneno todos los manzanos del bosque.



15 comentarios:

  1. Otra vuelta de tuerca para un clásico, Sara. Me gusta, aquí la madrastra demuestra mucha psicología.

    Besitos

    ResponderEliminar
  2. Eso es, ves tú?. Mala, malísima, pero precavida. Llegará lejos, ya lo verás.

    Un abrazo, Sara.

    ResponderEliminar
  3. Genial el giro del relato. Desde luego no hay que demostrar en público las debilidades.
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Que retorcida esta madrastra. Es capaz de cargarse a toda la población con tal de conseguir sus propósitos.

    Besos desde el aire

    ResponderEliminar
  5. ¿ Hacemos bien en contar las historias con otro final o corremos el riesgo de que pierdan su espíritu original ?

    Planteo más la pregunta por escrúpulo que por preocupación, pues en la mayoría de las veces sirve para conocerlas mejor y no veo la utilidad de poner límites a la creatividad. La fantasía no es una bruja mala de la que haya que tener miedo. Éste es el aspecto que vale la pena desarrollar, no sólo en los niños, sino en los adultos. La imaginación es una función de la experiencia, y la experiencia del niño de hoy es más extensa ( no sé si se puede decir más intensa ) que la de los niños de ayer, de los adultos de hoy...

    Un abrazo fuerte, Sara.

    ResponderEliminar
  6. Me encantan las microversiones de los cuentos clásicos. Las posibilidades son infinitas. Ésta es magnífica, con esa madrastra más mala que mala. Has acortado el cuento de forma impecable y espléndida. Y digo yo, ¿los enanos? ¿dónde quedan? Un beso.

    ResponderEliminar
  7. Sara, empiezo por el dibujo, esa Cenicienta hija de Poe, ha quedado genial, y ese tul trasparente insinuando su anatomía...me ha encantado.

    El micro como siempre, nos llevas por el camino, y nos tiras al abismo. Nunca mejor dicho, como ha cambiado el cuento.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Siempre original y ocurrente, como siempre Sara, la sorpresa en este cuento es que gana el malo, mala en este caso. Y queda hasta simpática, porque es el único de los tres personajes que es de una pieza: mala/mala. El cazador es malo pero reconvertido a bueno por el amor, mientras que ella es buena pero inocente e indecisa. Muy buen micro.

    ResponderEliminar
  9. No entró mi comentario :-(
    Te decía que el cuento puede cambiar pero la madrastra siempre será malvada.
    Me gustó tu versión, Sara.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  10. Genial el relato y la ilustración.
    Un placer leerte!

    ResponderEliminar
  11. Me gusta esa madrastra ja,ja,ja casi me atrevería a decir que hasta me atrae, ese jugar con el fuego de su maldad......

    ResponderEliminar
  12. que cabrona!!!...la madrastra claro, jejeje

    Otro giro más.

    Me gusta esa transparencia de la falda...


    Besos!!!

    ResponderEliminar
  13. Elysa: No hay quién se resista a versionar un cuento clásico :) La madrastra, como buena malvada, no deja nada al azar.

    Miguel Ángel: Este tipo de malvados siempre llega lejos y hay más de ellos de los pensamos.

    Ana: Hay que ser precavidos, que siempre pueden usar las debilidades en nuestra contra.

    Rosa: Muy retorcida, si. Y muy mala :)

    Amigo mortal. Tienes razón. En esta época puede verse hasta natural que un malvado fumigue un bosque. Son otras experiencias que generan diferentes textos.

    Gracias, Pablo. Un abrazo.

    Mar: Nunca me gustaron los enanos en el cuento original, me parecieron siempre prescindibles en la historia.

    Xavier: Me ha salido una Blancanieves con pinta de Cenicienta :-) y muy insinuante (ya entiendes por qué el cazador se quedó loquito con ella).

    Francisco: Inicialmente empatizamos con esa madrastra porque es astuta y ha salido victoriosa. Aunque luego nos damos cuenta de que ha sido muy mala.

    Gracias, MJ. A mí me encantó la tuya. Besos.

    Hola Renate. Siempre es un placer tenerte por aquí.

    Cormorán: La madrastra es como esos villanos de los comics, astuta y retorcida.

    Juanlu: Primero la dibujé desnuda y luego la vestí, aunque ya ves, no la cubrí mucho :-)

    Abrazos fuertes!

    ResponderEliminar
  14. Ilustras claramente como nuestras paranoias nos llevan al ermitañismo.

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tus comentarios.