Con este microrrelato participo en noviembre en el Certamen
El tema del mes es: "Inventa una palabra", en homenaje a Julio Cortázar.
Podéis leerlo publicado aquí.
Bibliófago
Desde que se tragó sin
masticar a Hans Blunssen (un joven profesor amante de la lectura, viudo y con
tres hijos a su cargo), el dragón azul no ha cesado de arrasar bibliotecas.
Devora libros a todas horas. Aunque los prefiere antiguos, con sus hojas
macilentas y olor a rancio, no le hace asco a las nuevas ediciones, menos
sabrosas quizás, pero más blancas y crujientes. Siempre que termina de
engullirse aquel sustancioso festín, el dragón azul vuela hasta la aldea y
eructa sobre los pobladores todas las palabras con gran fogosidad y elocuencia.
Nadie lo escucha verdaderamente —solo oyen gruñidos incomprensibles y rugidos
aterradores entre bocanadas de fuego— salvo Emily, Marcus y Claus, que
transcriben detalladamente en sus libretas las lecciones que les dicta su
padre.
Hola, Sara. Allí te he dejado mi comentario. Un cuento en toda regla. Siempre tenemos que aprender de los niños...
ResponderEliminarUn abrazo grande, grande... como el de un dragón bueno :)
Gracias por pasarte por aquí también, Amparo. Los niños saben ver las cosas tal como son: fantásticas.
EliminarOtro enorme abrazo de dragón para ti.
¡Que bonito dragón! La ilustración perfecta para la fantasía que rebosa de tu relato.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola Nicoleta,
EliminarMe alegra mucho tu visita. Hace mucho que quería escribir una historia para este dragón azul, y hoy por fin ha salido.
Gracias por la visita. Un abrazo.
Me gusta y mucho, allí también te he dejado mis palabras.
ResponderEliminarBesicos, amiga
Gracias, Cabopá. Un beso.
EliminarHola Sara, por allí dejé mi comentario y mis felicitaciones por este cuento.
ResponderEliminarUn besote
Gracias Laura. Otro beso para ti.
EliminarPasé por allá, y me animé en dejar tras de ti mi palabra nueva. Fratermistad. Que inicia su singladura ahora contigo, mandando un fratermistoso abrazo.
ResponderEliminarUn beso y que encantó, no lo dudes. Ya me conoces lectora de cuentos sin fin.:-)
Me ha encantado tu cuento, Albada, y esa nueva palabra que no podré olvidar.
EliminarUn abrazo fratermistoso :-)
Me han gustado mucho, mucho, mucho el relato y el dibujo. La imagen de los niños transcribiendo las lecciones de su padre, escupidas por el dragón, me parecen geniales.
ResponderEliminarUn beso
Pdt: No me extraña que tu hijo dibuje esos peces de colores.
Gracias, Ana. Siempre me han gustado los dragones voladores. Y más si en vez de escupir fuego escupen palabras. Aunque haya que volver a la niñez para entenderlas.
EliminarMi hijo ha salido a mí en esas cosas. Aunque es una versión mejorada :-)
Un abrazo.
Allá te comento.
ResponderEliminarGracias, Miguelángel por pasarte por allí también.
EliminarUn abrazo.
Muy bonito el relato, con muchas ventanas abiertas para que cada uno interprete. Y precioso el dibujo
ResponderEliminarYo he construido hace poco un blog de microrelatos y acuarelas mías, por si quieres verlo www.adondelcaminoira.blogspoy.com
Ya te comenté el relato ahora lo hago con la ilustración. ¡Es fantástica!.
ResponderEliminarCombinación perfecta.
Saludos.